Concresa Parque Humbolt, P-324

Mientras sucedían estos “reajustes”, brotaban nuevos desarrollos como este de la Unidad Cooperativa CONCRESA, donde el deseo era construir bloques de viviendas, respetando el bello bosque Humboldt que se encontraba al lado de la vía ya mencionada. El terreno era de gran superficie y bastante accidentado, situado frente a la urbanización Prados del Este y atrás (hacia el Este) se vía una zona de ranchos que representaba un problema. Para ese momento me encontraba al frente de una serie de proyectos en mi oficina, motivo por el cual invité al amigo colega Jorge Arango, arquitecto de excelente trayectoria que había decidido dejar a Bogotá, su ciudad natal donde había ejecutado obras de gran importancia, entre ellas el Club Los Lagartos, para irse a Estados Unidos. Desarrollamos un anteproyecto que considero representó una forma muy directa, bastante diferente a lo que se acostumbraba para la época. Creábamos bloques de viviendas que contaban con sendos terrenos, destinados a estacionamiento para cada dos bloques. También se preveían estacionamientos para visitantes.
Estudiamos la forma de crear plataformas que le imprimían cierta intimidad a cada grupo, con accesos claramente diferenciados desde las calles que servían al conjunto. Así como un Kinder (pre escolar) que servía a cada dos unidades de viviendas, áreas libres que garantizaban un agradable ambiente y un centro deportivo que a manera de Club, servía a los 6 bloques de apartamentos. Todo este conjunto desde luego requeriría del estudio de un paisajismo acorde con los elementos para viviendas. Además estaban previstos las áreas de educación (azul con rayas) y de comercio( rojo con rayas), contiguo a las vías que servían a los desarrollos al otro lado( al SurEste ) de la calle de acceso. El grupo que me contrató estaba formado por empresarios, algunos que confiaban en el sitio y otros que no, pues encontraban dificultad en el acceso (lejanía). Esta incomodidad se fue haciendo bastante crítica, solo contaba con una precaria vía que cada vez se hacia ineficiente. La situación llegó a un punto que se produjo una manifestación donde las mujeres afectadas decidieron acostarse en la vía, impidiendo el tráfico, pidiendo que se mejorara la forma de llegarle a esa zona desde Caracas. Fue tan contundente este reclamo que de inmediato decretaron la construcción de una nueva vía que llamaron Autopista de Prados del Este. Al cabo de unos meses la situación se mejoró pero sin duda que afectó considerablemente el desarrollo del sector, otros sitios de Caracas con mejor accesibilidad lograron con éxito lo que este tuvo que esperar hasta que mejoraran la grave falla. Ante la incertidumbre alguno de los socios vendieron y los que se quedaron buscaron a nuevos interesados pues consideraban que el proyecto era muy sensato, pero deseaban que la inversión rindiera mayor beneficio económico. Todas estas circunstancias fueron planteando alternativas que terminaron en el desmembramiento de la idea original, creando micro lotes en los cuales cada quien construyó a su antojo, desvirtuando el planteamiento original, que pasó a la historia. Hoy en día podemos observar el resultado anárquico en que la zona ha sido convertida. Es realmente frustrante sentir que un esfuerzo de la escala del que hicimos para lograr las bondades de este conjunto, se eche por tierra básicamente por desinterés y poca fe de los que inicialmente constituyeron esta empresa. Tanto Arango como yo, estuvimos altamente motivados y entusiasmado al haber concebido un conjunto de esa magnitud en una síntesis tan diáfana y sencilla. Pero así suele suceder cuando se plantean problemas de tan gran complejidad y luego lo que queda es algo que no tiene valor alguno. Ojalá alguien al analizar este trabajo pueda ordenar lo que significó.