Arquitecto Jorge Ortiz Escalona. Caracas, 16 de enero de 2009.
Toda una vida dedicada a lo que con razón consideraba propio y suyo –Caracas- y en ampliación, a Venezuela en toda su dimensión, es lo que se lee en la obra del maestro Tomas José Sanabria. Una obra, y una vida, que expresa la calidad humana del hombre, arquitecto y ciudadano, entregado a su misión con el más alto sentido ético, en incontables horas de dedicación conventual. Un ejemplo de la constancia que otorgan las convicciones profundas, siempre alejado de modas y temporalidades banales; evidencia del talento al servicio del prójimo, del celoso cuidado por el espacio público y la calidad de vida de sus conciudadanos. ”No hay arquitectura sin diseño urbano” decía, arando en el mar de los depredadores y rentistas del espacio ciudadano. Últimamente le oí decir: “No habrá arquitectura sin gestión urbana”, sabia instrucción, grave reto a llevar a cabo por funcionarios de gobierno: Alcaldes y Gobernadores. Convencido de la calidad de la arquitectura urbana como expresión del hecho político, consecuencialmente -caos en las ideas políticas/caos urbano- relación directa entre gobernabilidad, ordenamiento, forma urbana y comportamiento civil.
En Fundapatrimonio tuvimos la suerte, y no desaprovechamos la oportunidad, de someter a su consideración el tema del rescate del entorno de la Plaza San Jacinto. Si no la última, en todo caso, de sus mas recientes propuestas para Caracas. En los archivos de Fundapatrimonio reposan, esperando acción, los documentos que conforman la propuesta. El Maestro en serena demostración de sabiduría y oficio, rescata el valor arquitectónico desde una visión de orden que recrea los ritmos y la escala citadina de los viejos edificios: la Torreta de San Jacinto, las casas del Libertador, lo que queda del León de Oro, el Pasaje Linares.
Decir mentiras es fácil, así lo expresaba, en didáctica plática, cada vez que tenía oportunidad; difícil, pero ineludible, es decir verdad, afirmaba. Encontrar las verdades de su ciudad fue su norte. Rechazó las intervenciones seudo-modernistas transgresoras del orden urbano del casco histórico y estuvo siempre negado a propuestas folkloristas y falsos históricos.
San Jacinto es de los espacios urbanos de mayor importancia histórica del Municipio Bolivariano Libertador, exaltación afirmativa de la venezolanidad y la gesta de Bolívar, la ciudad que cuenta su historia y no admite falsedades.
La propuesta para la Plaza San Jacinto y su entorno, del Maestro Sanabria, es una invitación a debatir el tema del rescate del Centro Tradicional de Caracas, en todos sus aspectos, sin exclusiones de ningún tipo, con miras a la celebración del Bicentenario de la Independencia el 19 de abril 2010.
Desde 1957, en la oportunidad de ser llamado a diseñar la Sede del First National City Bank, Tomas José Sanabria comienza a estudiar y actuar en el Centro Histórico. A partir de 1960, establece sus primeras propuestas, referidos a los estudios y análisis urbanos para el entorno del edificio Sede del Banco Central de Venezuela, a partir de ese momento se consolidan sus ideas para la recuperación del Centro Histórico, lo que se traduce en la transformación vial y peatonal del Centro Histórico que conocemos hoy.
Contrario a la posición de la mayoría que apostaba al desarrollo del Este de la ciudad, mantuvo su fe en los valores urbanos e históricos del Centro Histórico y fue fervoroso promotor de inversiones para su rescate y recuperación.
“A manera de efecto incubadora ello me permitió armar un virtual tejido que me hizo alimentar la confianza que siempre he sentido por el futuro de nuestro Centro Tradicional, sector abandonado de la manera más criticable especialmente por Gobiernos locales que nunca han sabido dar ejemplo de la importancia que tiene el ordenamiento urbano de un centro histórico”
En 1967 el presidente del Centro Simón Bolívar le solicita el diseño de la Plaza San Jacinto. En 1964 se inaugura la sede del BCV, lo que le hace merecedor en 1965 del Premio Nacional de Arquitectura. Para 1967, Sanabria estaba proyectando la Torre Financiera del BCV. Durante toda esa época, dedico grandes esfuerzos personales en entender la ciudad, por tanto, la oportunidad de diseñar la Plaza San Jacinto fue de gran importancia y significación para él.
La obra de arquitectónica de Tomas José Sanabria tiene entre sus características de mayor trascendencia: el valor urbano de sus propuestas arquitectónicas mediante una arquitectura que toma como paradigma de diseño el clima y el mantenimiento físico de la edificación, un ejemplo es el aspecto actual de la torre financiera del Banco Central que después de más de 30 años conserva su aspecto intacto. Valores que se reafirman en la obra, también del Maestro, de los espacios abiertos de la Plaza Juan Pedro López y la edificación destinada a Biblioteca de Economía del Banco Central de Venezuela ubicadas al norte del conjunto del BCV frente al edificio del Ministerio de Educación. Muestra reiterativa de lo afirmado son el edificio del IINCE en la Nueva Granada o el conjunto de edificios de la Electricidad de Caracas en San Bernardino.
La propuesta realizada por el Maestro en Marzo de 2008 para el proyecto de intervención de la Plaza San Jacinto y su entorno, incluyendo el espacio para la economía informal, consiste en la reactivación de la manzana al sur de la Plaza para utilizarla e integrarla al espacio público, logrando elevar a su justo valor el conjunto de las casas del Libertador. En síntesis se propone la revalorización de toda la manzana: Las casas del Libertador por el Oeste, el Pasaje Linares por el Este, el León de Oro por el Sur y el acondicionamiento del área destinada al centro de comercio informal mediante un muro perimetral unificador de las fachadas que caracterizaron una época caraqueña, para lo que recomienda usar diseños contemporáneos que honren las proporciones y valores estéticos del conjunto.
Gran preocupación para el Maestro Sanabria fue la ampliación del espacio urbano a utilizar por el flujo creciente de visitantes y usuarios del centro, para lo que propone liberar galerías en planta baja, lo que además proporciona un plano interior para la instalación de publicidad comercial, limpiando el espacio urbano de la contaminación visual correspondiente.
Sanabria fue un convencido del colapso del centro sin la ampliación de las áreas de flujo peatonal, y del ordenamiento, diseño y regulación, de la publicidad comercial.
Complementa su propuesta la modernización de todo el sistema de iluminación que debe contrastar “con la iluminación tenue pero tradicional de la Plaza Bolívar”.
Un verdadero homenaje al Maestro sería poner en práctica tanta dedicación y sabiduría producto de interminables horas de estudio y reflexión por amor a Caracas.
El Maestro Tomas José Sanabria Escobar falleció el pasado 19 de Diciembre en Caracas, la ciudad que tanto amó, a la edad de 86 años. Su obra es patrimonio caraqueño y nacional con repercusión en toda la arquitectura latinoamericana. De justicia y alto valor cultural para las nuevas generaciones de arquitectos será la instalación de cátedras para el estudio de su obra en las escuelas de arquitectura.